¡SORPRESA!

Para poner un poquito en situación; el pie zambo de trata de dos formas diferentes: utilizando el Método Ponseti o mediante el Método Funcional Francés. El primero consiste en varias escayolas que van corrigiendo progresivamente, casi siempre una intervención y unos zapatitos unidos a un hierro separando los pies durante unos meses. El segundo es un tratamiento de fisioterapia diario seguido de vendajes funcionales y férulas progresivas, y se realiza o no intervención según la evolución. El primero defendido por traumatologos y el segundo por rehabilitadores y fisioterapeutas. Una de estas guerras incomprensibles dentro del mundo sanitario (con lo maravilloso que sería un trabajo en equipo de todos los profesionales, cuánto ganaríamos todos).

Desde las 20 semanas estamos valorando las técnicas, buscando toda la información posible, hasta el punto de que, como conté en el anterior post, me fui a Tenerife a uno de los hospitales punteros en el tratamiento del pie zambo a través del método funcional de fisioterapia, para tener todos los recursos posibles cuando naciera Javier. Pero el problema seguía ahí, “cómo poner de acuerdo a los profesionales y que confiarán en mí”.

Con este panorama, por fin, el día 20 de octubre (a los 9 días de nacido Javier), tocó la cita con traumatología infantil, y como buena tita y buena fisio, les acompañé, a ver cómo salíamos de esta situación a la que temíamos enfrentarnos desde hace tanto.

Después de meses pensando cómo explicarle al traumatologo nuestro interés en tratarle con el método funcional francés, pensando que todo serían trabas y que nos harían elegir entre profesionales, entramos en la consulta.

Pero, tras esperar a que el doctor valorara al pequeño y plantearle la posibilidad de que le tratase yo directamente... sorpresa... ¡le parece una idea genial! y además él realizará el seguimiento y estará para lo que necesitemos. Por mis pacientes tengo muy buenas referencias del Dr. Constantino, pero hoy ya no me quedan dudas, ¡es estupendo!

¡Qué alegría! ¡Las cosas empiezan a cambiar!

Ahora me toca demostrar que esta técnica se merece la confianza y la fe que hemos puesto en ella, y sobre todo la que han puesto en mi, especialmente mi hermano y mi cuñada.

Y que mejor manera que mostrar la evolución en la primera semana con unas fotitos.

Foto 1: pie de Javier el día 12 de octubre.

Foto 2: pie de Javier el día 17 de octubre.